La "Puerta del Infierno en Turkmenistán, un cráter llameante que arde sin cesar desde la época soviética. Aunque genera preocupaciones ambientales, la combustión del gas metano reduce su impacto en el calentamiento global. Expertos advierten sobre los desafíos técnicos y riesgos asociados con extinguir el fuego. A pesar de ello, el cráter sigue siendo un enigma que fascina a científicos y turistas de todo el mundo."
En el vasto desierto de Karakum, en Turkmenistán, se encuentra un fenómeno que ha desconcertado a científicos y turistas de todo el mundo durante décadas. Un cráter en llamas, conocido por un apodo que evoca imágenes de mitos antiguos y leyendas oscuras como la "Puerta del Infierno", se ha convertido en el epicentro de debates intrigantes y exploraciones audaces.
Este asombroso cráter no solo fascina por su espectacularidad visual, sino también por las complejas cuestiones ambientales y científicas que plantea. A lo largo de los años, ha sido objeto de estudios y expediciones que buscan descubrir los secretos que yacen bajo sus ardientes profundidades.
La historia del cráter está envuelta en versiones que mezclan realidad y leyenda, con relatos sobre su origen y las razones detrás de su constante combustión que varían. Sin embargo, una cosa es cierta: su llama perpetua ha iluminado no solo el horizonte del desierto, sino también el interés global, generando una fascinación que trasciende fronteras.
La "Puerta del Infierno", oficialmente conocida como el cráter Darvaza, es un pozo ardiente situado en el corazón del desierto de Karakum, en Turkmenistán. Este fenómeno singular se originó hace décadas, cuando se cree que ingenieros soviéticos, perforando en busca de gas natural, causaron un colapso del suelo, formando así un enorme cráter.
Para evitar la propagación de gases nocivos, optaron por incendiar el gas metano liberado, dando inicio a un fuego que arde sin cesar desde entonces. Con una apariencia que bien podría recordar a la entrada del inframundo, este sitio ha capturado la atención de personas de todo el mundo, convirtiéndose en un peculiar punto de atracción turística.
La combustión constante del metano requiere una combinación específica de oxígeno, combustible (metano) y una fuente de calor (las llamas), elementos que están presentes abundantemente y de forma continua en este caso. Cualquier intento de sofocar el fuego requiere eliminar al menos uno de estos elementos de manera efectiva, tarea que ha resultado extremadamente complicada en Darvaza.
Los esfuerzos para extinguir el fuego también deben lidiar con los riesgos de una mayor liberación de metano si los métodos utilizados no son adecuadamente cuidadosos, lo que podría provocar explosiones o nuevas vías de escape hacia la superficie.
Los expertos han expresado preocupación por los riesgos asociados con intentar extinguir las llamas de la "Puerta al Infierno". Guillermo Rein, científico del fuego en el Imperial College de Londres, advirtió sobre el peligro de una explosión y destacó la complejidad técnica y ambiental involucrada en este desafío.
Mark Ireland, geocientífico de energía de la Universidad de Newcastle, señaló que el metano se encuentra en grandes cantidades en la región y que el cráter de Darvaza probablemente comenzó como un accidente industrial durante la Guerra Fría. Ambos expertos enfatizaron la necesidad de un enfoque cuidadoso y bien informado para abordar este enigma ardiente que desafía la ciencia y la tecnología moderna.
